
Uno de los ejemplos de supervivencia de tradiciones navideñas ancestrales en Andalucía es la fiesta conocida popularmente con el nombre de "Zambombas". Es la fiesta distintiva de la Navidad jerezana, que viene a ser una juerga flamenca con temática navideña. Tienen su origen en las reuniones que se organizaban en las casas de vecinos de Jerez al caer la noche, durante estas fechas señaladas. Se componía y compone de las viandas navideñas características de la gastronomía andaluza: no faltan los pestiños, el vino de la tierra (el fino y el oloroso, por supuesto), mantecados y otros dulces navideños; y del cante y baile de villancicos aflamencados acompañados de ese instrumento musical que da nombre a la fiesta, así como de guitarras, panderetas y palmas. Toda la música enraizada en la más pura tradición de la música española...¡olé!.


Hay que destacar los postres y dulces más representativos de nuestra región: el famoso Roscón de Reyes, en el cual se esconde entre su deliciosa masa dulce una pequeña sorpresa y a la persona que la encuentra, le traerá mucha suerte en el nuevo año. Los sabrosos polvorones y mazapanes de figuritas. El turrón, de origen árabe, con gran variedad de sabores, colores y texturas. Los pestiños, tomado por muchos con una buena copita de anís; el Pan de Cádiz, el Resol de café y gran variedad de deliciosos mantecados. Todo un lujo para el paladar.
En Andalucía por tanto, los dulces son solo el comienzo de unas vacaciones en las que puedes bailar en torno al fuego, cambiar las 12 uvas de la suerte por aceitunas y volver a sentirte como un niño frente al calor de las Jarchas. Porque Andalucía cambia de color en Navidad...¡ven y descúbrela!
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