El orden de los apellidos de los hijos en caso de desacuerdo entre los progenitores lo decidirá el funcionario del Registro Civil si en tres días los padres no son capaces de ponerse de acuerdo, según el acuerdo alcanzado en el Congreso en la tramitación del proyecto de ley de Registro Civil. Finalmente no será el orden alfabético, como había propuesto inicialmente el Gobierno, ni el azar, como habían sugerido algunos grupos parlamentarios de la oposición.